estético

Y es tan fácil caer en lo estético que a veces me confundo con un personaje de una novela y me voy a sentar sólo al parque, y todo es tan ridículo como no entender que ese florista de unos veintiséis años extrañamente tan heterosexual que mi novia no puede dejar de mirar mientras prepara las flores para el cumpleaños de la abuela de ella, está harto de trabajar doce horas parado, que el polen le da alergia y que nunca ha tenido ninguna historia, ni siquiera anécdota con ningún cliente y además de eso su aventura más grande fue hacer click para ver más en esa página, después de dos meses de estar sólo porque su novia lo dejo por un mecánico.

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